La Participación política de las Mujeres
La Constitución de El Salvador reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado, el cual está organizado para la consecución de la justicia, la seguridad jurídica y el bien común. En consecuencia, es obligación del Estado de El Salvador asegurar a las y los habitantes de la República el goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social.
La participación política de las mujeres en El Salvador se formaliza en 1950, la que estableció en el artículo 150 la igualdad formal de hombres y mujeres ante la ley. Si bien se ha experimentado avances en los espacios de poder público y de toma de decisiones políticas, hace falta tomar medidas que permitan promover y dinamizar la participación política de las mujeres en cargos de elección popular en las municipalidades, como (alcaldesas, síndicas o como responsables de unidades estratégicas al interior de las Alcaldías).
La participación de las mujeres en la política local y nacional es un derecho humano fundamental para el desarrollo de la sociedad salvadoreña, las mujeres deben de impulsar procesos con visión integral del desarrollo para el fortalecimiento de la democracia en nuestro país. La anterior propuesta pasa por la participación activa de las mujeres en la política, que implica la formación y educación, la organización y articulación, la construcción de propuestas políticas, la promoción de candidaturas de mujeres, la decisión de defender las propuestas al interior de los partidos políticos, generando así espacios de justicia e igualdad.
Debemos de reconocer el aumento de mujeres electas diputadas en la Asamblea Legislativa, pero reiterar que en el proceso electoral es oportuno poner en debate la necesidad de aumentar la participación de las mujeres en la toma de decisiones y que los partidos políticos y sus dirigentes abran oportunidades reales de participación de las mujeres ante la discriminación de género en los procesos municipales. Las mujeres están insuficientemente representadas en la mayoría de los niveles de influencia y toma de decisiones en ámbitos locales y comunitarios.
Algunas mujeres han conseguido superar estos obstáculos. No obstante, en términos generales, hay que seguir trabajando para lograr la igualdad de oportunidades para todas y todos.
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