Una investigación desarrollada
por Alianza por la Solidaridad y el Foro del Agua de El Salvador ha sacado a la
luz el impacto sobre el derecho humano al agua que tiene la explotación de un
acuífero en el municipio salvadoreño de Nejapa por parte de una empresa que
embotella la bebida refrescante Coca-Cola y que ahora pretende ampliar su
planta. Hasta ahora, las compañías implicadas no han tomado las medidas
adecuadas para compensar a las más de 30.000 personas afectadas, que cada día
van a tener acceso a menos agua por esta sobreexplotación.
Alianza por la Solidaridad, que
trabaja por un desarrollo sostenible, presentó la campaña TIERRRA para
sensibilizar a la sociedad y a las empresas que debe ser obligatorio aplicar
criterios de responsabilidad social y ambiental en las inversiones en países en
desarrollo.
Sobre este acuífero se encuentra
instalada la empresa Industrias La Constancia (ILC), propiedad de la
multinacional cervecera SabMiller. Desde su llegada hace casi 20 años a Nejapa,
la empresa no había sido objeto de estudios de impacto ambiental hasta 2013 ni
instaló medidores en los pozos que succionan agua del acuífero, del que
proviene el suministro doméstico de la población.
Los medidores se instalaron en
2013 con motivo de la solicitud por parte de ILC para abrir un nuevo pozo, los
cuales han mostrado que ya se está superando el límite recomendable de recarga
anual del acuífero. Además, con esa ampliación, el consumo de agua significará
una explotación del 200% de esa capacidad de recarga, por lo que el recurso irá
a menos paulatinamente hasta agotarse dentro de 30 años, 27 años teniendo en
cuenta la variable del cambio climático.
la responsabilidad de dejar sin
agua potable a miles de personas recae en las autoridades del país y en la
empresa embotelladora, pero también en las compañías cuyos productos se
producen en Nejapa, es decir, Coca-Cola Company, que debería seguir criterios
de “tolerancia cero” a los acaparamientos de recursos naturales. En este
sentido, recuerda los compromisos de esta multinacional de “devolver cada gota
de agua que contienen sus refrescos a la naturaleza” y de reducir un 20% su
consumo.
Con este fin, en el Día Mundial
del Medio Ambiente, se inicia una recogida de firmas entre los ciudadanos para
pedir a Coca-Cola que asuma estos compromisos. Es la primera de una serie de
investigaciones que buscan sensibilizar sobre la necesidad de que las empresas
sean RENTABLES pero RESPONSABLES con los RECURSOS.
Nota tomada de: Alianza por la Solidaridad
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